Amanece. Paredes absurdas brillan
temprano, escarchadas de jueves,
muy limpias, de envidias,
de sueños descarados.
Por allí entra una turba
de amas de casa. Las sucursales
se inflaman con cólera bancaria.
Extraen de sus cuentas, la muerte fulminante,
el monto amargo: a tanto findemés
y pago en carne, saldo final,
otro jueves deplorable.
De las tabernas, también, caen
rezumos agrios y fulgores
humillantes, furias
de pasiones inertes
que a todos nos hacen
más jueves.
1 comentario:
¿Por qué jueves?
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