Eres amor, el final -digamos-
de toda mi lejanía,
en un trazo automático,
en voz prescrita;
en una pausa semanal,
otro impago;
en esa respuesta diaria,
suspendida;
Eres amor, la línea
en los océanos
azul imprenta
que se aparta de mí
por el surco curvo
del atlas.
Allí diminuta y próxima
al cerrar el atlas.
Eres amor, desesperadamente
en cada miedo, y
aquella única certeza
a la que puedo regalar,
sin acuse de recibo,
la interrogación de este signo.
2 comentarios:
Eres amor desesperadamente...
¿Es que hay otra forma? ¿Se puede amar menos que desesperadamente?
Un beso Graciela
He ahí la cuestión. Y el caso es que la naturaleza que casi siempre es sabia no se pronuncia en esta cuestión.
Abrazos de invierno
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