domingo, 17 de mayo de 2009

CONFESIONES DE UN LECTOR FRUSTRADO I

Admirado Arsenio, amigo:
Ayer abrí un libro de ese escritor que tú dices que es tan bueno, ese Thomas Mann. Se titulaba Muerte en Venecia, y ya sé que es muy bueno - tú me lo dices siempre, un maestro- pero tuve que cerrarlo porque me costaba leer tres líneas seguidas. Me entraba dolor de cabeza. En el fondo también lo cerré porque por más que leía una y otra vez las mismas líneas, no se me quedaban. Llegaba a la tercera y no las retenía. Y así no podía comprenderlas, porque ese hombre escribe con frases muy largas. 
De tanto empezar siempre, me lloraron los ojos. Y eso fue lo bueno, porque una chica que estaba allí, una vecina de toda la vida, me vio y se emocionó, según dijo, de encontrar un alma sensible, capaz de captar la esencia de una obra maestra. Yo la miraba atento, porque entre que me halagaba y que me iba contando cosas del libro, me sentía muy a gusto. Al final, incluso me besó. Dijo que era por la emoción de haber encontrado por fin a alguien como yo. Yo, claro,  seguía llorando y pidiendo que no me faltaran las lágrimas, y fijando la vista en un foco de luz en cuanto podía. Me envalentoné y todo y empecé a decir cosas del libro. Las que tú me habías dicho y yo recordaba. 
La veré la semana que viene otra vez para hablar de este libro. Pero tengo un problema, no he podido pasar de la línea tres (por el dolor de cabeza) y veo peligrar mi reciente reputación. ¿Podrías escribirme un redactado de ese libro? o mejor, si puedes, telefonéame, porque así yo te cojo la intención, que la imito muy bien y a ella la pone muy tierna. 
No creas que al decirte esto soy egoísta, no. Soy diligente. Tu me hablaste de lo importante que era leer las obras de los grandes escritores y ahora sé que es cierto. La buena literatura me está trayendo la felicidad y el placer ¿Puedes aconsejarme más libros? Y de paso dame una buena referencia de ellos. 
Tu amigo, muy agradecido.
Lucas Lucillo

1 comentario:

Graciela L Arguello dijo...

JA!! ¡Qué buena estrategia! Pero podrá sostenerla el tiempo necesario para concretar algo? Un beso Graciela