Tengo dos damas de jade - Graciela y Verónica - a las que desconozco tanto como admiro, dos damas que me brindan sus conocimientos impagables australes, tan imposibles, tan lejanos. Y a mis damas les brindaré en adelante los mejores poemas de mis paisanos trovadores.
Juan de Mena
1 comentario:
Gracias, Avellaneda, por tu homenaje, tan inmerecido. He demorado en ver este post, pero me ha encantado. ¡Y viene tan a cuento! Un beso, sigo leyendo el otro post. graciela
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