martes, 1 de noviembre de 2011

Puede decirse

Puede decirse que hoy la niebla volvió puntualmente. Más tenue y serena. Apenas un cendal inmóvil acariciando los rostros de los primeros caminantes. La primera niebla de otoño cobrando con caricias de gorrión muerto las gabelas del año, caminando sobre la alfombra de la próxima desolación llegó a la hora precisa. Me susurró las viejas sílabas del secreto que le confié y se disolvió imperceptiblemente en la tibieza de los crisantemos. Huele a hierba silenciosa y a humedad de epitafio en los jirones humosos que ha dejado esparcidos por el suelo.

2 comentarios:

Jesús Trapote dijo...

Que será que me haces llorar de emoción bandido...tus palabras hacen masticar la niebla.

Graciela L Arguello dijo...

La próxima desolación... ¡Qué título para un cuento o una novela! Un beso