lunes, 24 de octubre de 2011

Otoño

En Platadilla el nogal se ha dado cuenta al fin de que es otoño. Ha dejado caer con desgana unas hojas y ha señalado el lugar donde yacerá la luz de noviembre. Después, con un gemido, interminable ha movido las ramas más altas al lento compás de un vals interminable. Ha soltado las primeras nueces. La tarde vuelve a ser roja y lenta entre las zarzas que acechan la carretera.

3 comentarios:

Graciela L Arguello dijo...

"La tarde vuelve a ser roja y lenta entre las zarzas que acechan la carretera"
Después de leer esto no puedo menos que preguntarme cómo es que alguna vez escribiste que habías equivocado siquiera un adjetivo....
Un beso Graciela

AVELLANEDA dijo...

Lo cierto es que estas líneas sólo tienen sentido porque tú las lees. Aunque no me imagino a quién más pueden interesar. El mundo se me está reduciendo.

Azul dijo...

Si comienzas el letargo de otoño como el nogal ¿Quién nos va a contar cómo duerme este en invierno y cómo despertará luego? Porque seguro que volverá a despertar.