Lo que hago saber porque es probable que en algún momento veáis vuestro nombre escrito en este blog, para demostrar que vuestra amistad me avala frente a estos individuos. De no querer figurar con nombres, apellidos y señas particulares, privadas y controvertidas, hacédmelo saber y comprenderé vuestra actitud. es razonable y por tanto no os volveré a dirigir la palabra.
Comprendedme, esta es una cuestión de honor, algo tan tremendo como si alguna vez me hubieran pillando negociando en una gasolinera o pagando putas de lujo con una visa oro a cargo de vuestros desvelos: Luis, Graciela, Leo, Fidel, Adrián, Paco, Jesús, Ángel, Palomero, Adolfo, Juan, Mateo, Hel, Javier, Emí, Toño, Alex, Miguel, José, Lane...
2 comentarios:
¡No, Avellaneda!!!!! No me hagas esto. ¡No me obligues a elegir entre quienes tanto quiero! El César de los vuelos más altos de la palabra... El Avellaneda de las agudas aristas del más puro humor, y con un nombre que evoca avenidas umbrías y cómplices de juegos de mil magias. NOOOOOO No puedo. Los necesito juntos, ¿qué harían mis múltiples personalidades sin alguno de ustedes? Pórtense bien, no se peleen. Besos Graciela
Uf! Graciela. Hay mucho encono entre ellos. Andan todo el día disputándose la posesión de los amigos. Creo qu esto es un divorcio en toda regla. No pienso terciar en este conflicto. Al menos así, se les espoleará el ingenio y dejarán tanta vagancia.
Además, yo me encuentro entre la "espalda" y la pared.
Pero siéntete halagada, eres causa de riña.
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