miércoles, 8 de julio de 2009

DESDICHA DE SÁBADO

Me duele la voz de tanto sábado,

de cada hora de todos los sábados,

de tanta mañana de sábado,

de tanta y tanta tarde de sábado

con sus frases neutras para lugares predestinados,

con su reguero anticipado

de adioses, con sus sombras de besos acabados.

¡Estoy harto de que por todas partes sea sábado!

Sábado incluso en el tiempo que habitas en mi costado,

aún por las calles que paseamos separados,

sin tocarnos mientras sea sábado.

Porque te miro en silencio y es sábado,

te miro lejano y es sábado,

y si dejo de mirarte sigue siendo sábado,

el mismo sábado, otro sábado,

siempre sábado, sólo sábado.

Incluso en mis venas es sábado

y en mis dedos cansados

de tanta poesía, de tanta ansiedad de sábado,

de la densidad de mis besos, hechos de la palabra sábado.

Cuando al fin la noche ha tronado

y durante una centella es sábado

pienso en quienes han esperado

este día, en quienes lo han deseado

en la parte del mundo que he odiado

porque me guarda todavía algún sábado.

2 comentarios:

Graciela L Arguello dijo...

Con lo que yo amo los sábados, me viene a gustar este poema...paradojas de la vida Un beso graciela

AVELLANEDA dijo...

Y si no fuera por ti, Graciela, ¿Quién leería esto? Estás siendo el motor y el soplo de estas líneas.
Abrazos