miércoles, 21 de marzo de 2012

Madrugada 878

Madrugada 878

Ya ves, inopinado compañero,

son las altas

horas de la noche,

y aquí, con estos otros

trazos, ando a vueltas,

estúpidas y eternas,

comprendiendo razones,

que no quiero.

Son las altas

horas inciertas ya, ves, compañero;

y voy de un desvelo a otro

desvelo, sanado de otoños nuevos,

en viejas primaveras convaleciendo,

sin algazaras recientes,

que no quiero.

Las altas noches, ves

inopinadas, compañero;

ya son horas más crecientes.

Y en aritméticas vigilias

calculo los cocientes, anoto sus productos,

miedo

de vencidas, inútiles prebendas,

que no quiero.

César Valle.

2 comentarios:

Graciela L Arguello dijo...

Volviste al fín, César y ya no iré de un desvelo a otro desvelo, esperando este regreso.

AVELLANEDA dijo...

de veras te desvelaste en la espera?