Pues de un año a otro, me ha acompañado una de las lecturas más agradables que es posible tener entre manos. Este Libro de Requiems de Mauricio Wiessenthal es una auténtica delicia, un viaje intemporal por los lugares de nuestra cultura, muy ignorada, pese a su notoriedad y por los contenidos más sensibles, aquellos que nos hurtan los llamados medios de comunicación, auténticos púlpitos modernos al servicio del comercio libresco.
He tardado en descubrir este nombre y esta escritura, pero ha sido una delicia esa dilación. Ha sido una suerte cruzar con él en las manos este decenio, llevado por la lentitud, la lejanía y la suave melancolía de sus líneas.
Yo lo he disfrutado.
2 comentarios:
yo no puedo hablar en decenios aún,... pero, créeme, este año sí ha merecido la pena. Hasta la última gota de sudor.
Aquí decimos "Nunca es tarde cuando la dicha es buena", de modo que si la demora valió la pena, sumó al placer de la lectura el del descubrimiento.
Un beso Graciela
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